Lo sagrado y el valor de cada niño es un regalo que descubrimos solamente cuando tenemos pleno conocimiento del niño
y tenemos la oportunidad de llegar a él o ella con amor y protección.
Todo encuentro en el que fallemos en reconocer su humanidad e identidad es nuestra tragedia.
Siempre es un esfuerzo para nosotros tener conocimiento de quienes son o lo que ellos significan para nosotros.
No siempre podemos atender, ni dar a cada uno de ellos la importancia que merecen.
Pero cuando los conocemos y nos involucramos de alguna manera, somos bendecidos y hay una nueva Luz en nuestra vida.
La Hermana Zlota, nos dijo que el congelador del Hogar de Niñas Nuestra Señora de La Misericordia,
se había malogrado. Y con razón, pues tenía 27 años de uso.
Esto puede parecer una cosa sin importancia, pero en un Hogar con 150 niñas, es de gran importancia para cada una de ellas.
Y el nuevo congelador que pudimos comprar significó mucho mas que tener carne congelada, significó que Inés y Lydia
tuvieron por una parte oportunidad de ser bendecidas y que ellas nos bendijeran con sus sonrisas.
Lo sagrado y el valor de cada niño es un regalo que descubrimos solamente cuando tenemos pleno conocimiento del niño
y tenemos la oportunidad de llegar a él o ella con amor y protección.
Todo encuentro en el que fallemos en reconocer su humanidad e identidad es nuestra tragedia.
Siempre es un esfuerzo para nosotros tener conocimiento de quienes son o lo que ellos significan para nosotros.
No siempre podemos atender, ni dar a cada uno de ellos la importancia que merecen.
Pero cuando los conocemos y nos involucramos de alguna manera, somos bendecidos y hay una nueva Luz en nuestra vida.
La Hermana Zlota, nos dijo que el congelador del Hogar de Niñas Nuestra Señora de La Misericordia,
se había malogrado. Y con razón, pues tenía 27 años de uso.
Esto puede parecer una cosa sin importancia, pero en un Hogar con 150 niñas, es de gran importancia para cada una de ellas.
Y el nuevo congelador que pudimos comprar significó mucho mas que tener carne congelada, significó que Inés y Lydia
tuvieron por una parte oportunidad de ser bendecidas y que ellas nos bendijeran con sus sonrisas.
